El patrimonio natural de Potosí es rico y sorprendente, sobre todo
cuando se visitan sus áreas protegidas: Parque Nacional Toro Toro al
norte de Potosí (la más impresionante espeleología y paleontología); y
el área natural de manejo integrado El Palmar, con flora y fauna de los
bosques interandinos y la transición a los exuberantes bosques de los
Yungas chuquisaqueños.
Salar de Uyuni
Es el mayor desierto de sal y alto del mundo, con una superficie de 10 582 km². Es un universo lleno de estrellas, puestas de sol con reflejos infinitos, islas de cactus en medio de un mar de sal, juegos de perspectiva. Por sus al rededores se encuentran lagunas de colores a más de 4000 metros m.s.n.m. con flamencos, hermosos paisajes, presencia de geiseres, volcanes, valles de colores y mucho más por descubrir.
Accesibilidad vía terrestre y aérea
Servicios: Gastronomía/ Transporte/Hospedaje/Entretenimiento
Actividades a realizar: Recorrido paisajístico/Fotografía/Ecoturismo
Cerro Rico de Potosí
Potosí representa el esplendor urbano de las ciudades más pobladas y ostentosas del planeta en los siglos XVI y XVII, gracias a la minería de la plata del Cerro Rico de Potosí (Patrimonio de la Humanidad) que aportó al mundo miles de toneladas de monedas (Casa de la Moneda) que dieron gran impulso al capitalismo mercantil europeo. Los ciclos de la plata y el estaño se sucedieron en las épocas, colonial y republicana y legaron un importante patrimonio material industrial y ferroviario (infraestructura, maquinaria). Que aportan historias multiformes que lo han convertido en un destino turístico imperdible para entender la Bolivia de antes y de ahora.
Conoce la experiencia de una influencer de turismo en su viaje por el Salar de Uyuni: